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Dudé y dudo. Tengo mochilas con miedos y verguenzas...y qué? A pesar de ello, sigo cantando bajito, en la búsqueda de un sol, baúl perdido en el mapa escondido.

Creí y creo. Que de alguna forma, tiempo y espacio...avanzo. En muchas a paso de tortuga, en otras, tan fugaz como el viento del mar.

 Con algunas trampas en el solitario, sigo jugando...

Furtiva.

Con ganas de no estar, de irme
sin mochila, sin fantasmas que me persigan,
buscando algo que no se,
alejándome de tu recuerdo
que no se si me hace bien.
No quiero estar,
hoy no quiero pensar.
Me gustaría no ser yo,
y mirar desde algún otro lugar,
sentir algo más allá,
intentar desaparecer,
volar lejos de acá,
buscar otro atardecer.
La coraza me pide volver,
la miro con cariño,
desde algún punto me hacìa bien.
Tengo ganas de tomarla,
y de irme,
de no mirar las huellas perdidas,
y decirle adiós a esta utopía.
Limpiar la lágrima caída,
dejar que sangre la herida,
y decirle, hola!, a nuestra fiel amiga.
La soledad espera a la vuelta de la esquina,
dulce manzana podrida,
deseada de ser mordida,
alejando la esperanza perdida,
del deseo oculto de esta ilusa melancolía.
Brillante y linda,
quiere que cambie tu furtiva boca
por su boca vengativa.

Dulce condena.

Pimienta y chocolate,
arde pero no quema,
la suavidad de las manos tienta
dulce condena que no quiero perder.
Amargo y fuerte,
tan fuerte que no se que hacer,
el sabor amargo de la espera
desespera en esta primavera,
en donde el sol no salió,
y la lluvia es testigo de la ilusión.
Ácido y dulce,
hiere con la mínima gota,
rompe, desvanece en cada segundo
en donde al minuto te llena de amor,
con esa dosis de calor,
que tanto le hace bien a este corazón.
Empalaga y desaparece,
cuando está da gusto tenerlo,
a veces sobrepasa cada tanto,
cuando en un abrir y cerrar de ojos
se va como el vapor de un café.
Aquél que nunca tomé,
el que querés entender,
del que te querés llenar.

Intento.

Intento decir amor, palabra que con razón

Invade mi corazón.

S la única explicación que tengo,

A la ausencia de tus ratos

A tus idas sin venidas

A tus tiempos eternos.

Intento decir amor,

Porque creo que es lo que siento,

Me hace entender que es por eso que te espero,

Aunque mis cigarros se apaguen con el viento,

A pesar de que el dolor venga,

A mis ganas de irme corriendo,

A no verte más,

Ni a vos ni a tu maldito fantasma.

Intentento decir amor,

Mis días se llenan de vos,

Mientras imagino tu voz,

Espero tus mensajes con alguna ilusión,

A veces me siento bastante masoca,

A medida que te vas te sigo buscando,

A mi me suena a engaños con mayúscula.

Intento decir amor,

Date cuenta de que es lo que me pasa,

Necesito que me cuides,

Porque  a veces siento que no doy más,

A lo largo del día,

Al ver las hojas caer,

A mi me dan ganas de irme y desaparecer.