sábado, 27 de noviembre de 2010

Buscando justificación.

El silencio como opción,no como única salida.
Que el desmaquillante no solo quite la pintura, sino también las palabras y sentimientos aparentes que se esconden en un "todo bien".
Dejar que nuestras lágrimas salgan al sol no solamente cuando estamos encerradas en el baño, sino en medio de 18 de julio a las 12 del mediodía.
Porqué buscamos una película triste para hacer catarsis?, decir -fuera del área de cobertura- también es nuestro derecho.
Mis pies también están cansados de andar, el que sean míos no los hace ser menos.
Permitirnos caer y hacer un pequeño recreo, a la altura de ésta montaña...saltar al precipicio es todo un desafío.
Que la ausencia de tu sombra no sea sólo culpa del sol.
La lluvia también moja mi cara, y a pesar de ello no dejo de verme linda ante mis ojos. No busques en mi un paraguas, porque se lo llevó el viento mientras decidí andar descalza.
No tengo las respuestas a tus preguntas.
En dónde está tu mente cuando decidís estar ausente?
Tengo los zapatos rotos y las manos cansadas, mi espalda pide distancia, y mi corazón más sangre para poder seguir latiendo.
Callejón sin salida, tenga cuidado con lo que escondía.
En vez de preocuparnos tanto por nuestra apariencia, no nos preocupamos por otras cosas?
Porqué tenemos miedo a la desestructura?
Las preguntas llevan a alguna salida? o sólo es la autoestima que anda peridida?
Dejar de pensar que todo es una respuesta química.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Triste o buena.

Amar sin nadie/ vaya cosa triste
sin nada que abrazar
ni Eva que nos abrace
buscar en la memoria de la piel
la boca la cintura la lujuria ganada
las suaves nalgas tibias
y sólo hallar respuestas de fantasmas
los desaparecidos no aparecen
las voces de los árboles se apagan
quedan escombros de caricias
y con pudor nos preguntamos
¿por qué decimos tantas veces corazón
¿será el único amigo que nos queda?
¿o será el refugio de los que queremos?
amar con alguien/ vaya cosa buena


(Mario Benedetti)

jueves, 25 de noviembre de 2010

El Encargado.

Escuchá el canto de los pájaros. Eso me dijo el Encargado que trabaja de 13 a 21hs.
Lo miré sorprendida. Lo concidero una gran persona. Lo aprecio mucho. Y sabe que me dijo la frase correcta en el momento indicado.
Nada fácil era lo que me recomendaba...Había que ser capáz de asilarse, de ser oasis en medio de la ciudad, de apreciar lo más sencillo y mágico como es la naturaleza.
El humo de su cigarro lo hacía más interesante aún. El diario atrapaba su visión, y mis ojos marrones recorrían su cara buscando alguna respuesta, señal para agradecerle, para que sepa mi agrado en compartir este pequeño caos de sensaciones y dudas, para hacerle saber que había logrado cambiar mi postura ante el laberinto.
En la calle de los indios, pleno Cordón, a las 16hs no hay mucho para hacer. Por lo menos en nuestros trabajos. Diferentes pero compartidos.
Partido era el que tendría que jugar yo, pensé. En ese instante no podía escuchar mucho -o no quería ¿?-, el motor dañado del coche azul me impedía prestar atención. Dicen que en casa de herrero, cuchillo de palo. Mientras que el hombre de pelo corto, y ropa formal solo remarcaba que ellos eran hombres grandes, y se acordarían cuando el árbitro González en el 80 había pitado aquella falta que dejaría a su equipo fuera del campeonato.
Mientras tanto yo sólo hacía ese tipo de muecas, esas sonrisas falsas que todos hacemos por formalidad y respeto en nuestros ámbitos laborales. Sentada en el suelo -porque me resulta más cómodo-, crucé las piernas tipo indio -inconcientemente queriendo formar parte ¿?-, respiré profundo unas tres veces como quién trata de ejercitar el arte de yoga, y me concentré con la mente en blanco. Blanca era la nube que andaba en el cielo gris. Eso que Nubel dijo que no llovería, pensé para mi. En ese momento, el celular. Lo adoro, y hasta le puse nombre:Felipe. Y era ese tipo de mensajes que a una le alegra el día, nos hace acelerar el corazón, sentirnos lindas y decir: es un amor!.
Pero no!...retomemos. Los indios estaban tranquilos. Yo no tenía gente para atender. Sólo era cuestión de respirar y dejarse llevar. Algo que nunca logro...y así estoy. Pero bueno, tomemos otra vez la respiración...om, omm, ommm.
¿Porqué no soy capáz de poner la mente en blanco, balancearme entre las cataratas de obligaciones y responsabilidades, de disfrutes y tranquilidades, elevar mi mente y solamente, respirar?
¿Porqué en este mundo capitalista, que es casi animalista y en gran parte parece una mujer ciclotimica, no soy capáz de ser socialista?
¿Porqué el tiempo nos atormenta, y pensar en nada nos alarma?
Sólo es cuestión de respirar y vivir. De dejarse llevar y disfrutar. De volar y amar.

Cambio de estación.

Tal cual hoja removida por el viento,
cansada de tanto arrastre y poca seguridad,
fría como el agua que derraman sus lágrimas,
prefiere el otoño si hablamos asuntos de color.
Extraña presencia desapercibida,
galopante en sus inicios,
yendo al trote en su andar,
cuasi cuestionadora y analítica por demás,
eso dejan ver sus heridas al pasar.
Manipulación elevada al cuadrado,
torbellino de lluvia ácida
escondida en el planetario,
cuidado con las estrellas
que son puramente falsas
deja de ser ilusa,

muchacha asustada.
En círculos suelo andar,
sin mucho avanzar,
por algún tiempo ciclotímico,
río de sentidos escondidos.
Me escabullo como bicha en la arena,
cuando el viento me atormenta
salgo disparando,
y en algunos casos
no tengo problema en estar atacando.
Me rompo con la misma facilidad,
solo que no lo quiero demostrar,
por miedo a que se haga hobbie
y quieran hacer un collage,
En este cambio de estación,
en donde el calor no llegó,
me pregunto con miedo a la respuesta,
hasta cuándo,
dónde
y porqué.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Suerte que aún no lo sabes.

Disfrute a los sentidos, sin dudas.
Porque mis ojos te ven, y se deslumbran por tu andar.
Suerte que aún no lo sabes,
cuando te veo timidamente me asomo,
te busco,
te quiero,
te sueño.
Con miedo a abrir la puerta de este mundo,
De este país escondido en el mapa,
tal cual isla que se protege
por las dudas de que harán los nuevos turistas,
tratando de cuidar un tesoro valioso,
sin saber como llegar a el,
sin -x-,
sin camino,
sin piratas escondidos,
porque después de encontrado,
no sabemos si será cuidado.
Porque mis manos quieren agarrarte y no soltarte más,
suerte que aún no lo sabés,
que transpiro tal cual niña al sentir tu beso en la mejilla,
me escondo,
me encierro,
me contengo.
Me tiento al decirte al oído,
como decís vos,
que sos cautivante, atractivo,
mis ojos lo ven,
y mis manos te quieren tener.
Tal cuál espera al buen tiempo,
porque quiero que nuestras mano siembren juntas
algo...lo que fuese,
un minuto,
un deseo,
un camino desierto,
pero con un oasis en el medio.
Porque mis oídos piden a gritos tus silencios,
suerte que aún no lo sabés,
pero tus dichos son caricias para esta alma,
cansada,
pisoteada,
dolida.
Enmudecida por tus palabras dulces,
cuasi salidas de un cuento de hadas,
aquél que nunca leí,
aquél que nunca me gustó culminar
porque después de todo,
solo existen principies desteñidos,
y aún no se si creer en los poderes de las hadas,
de volar,
de soñar,
de confiar
en la melodía de tus palabras,
si es la misma que la de tu alma,
o solo termina siendo un papelón.
Porque mi nariz sólo quiere ser testigo del perfume de tu piel,
suerte que aún no lo sabés,
pero solo deseo hacer un juego con ella,
misterioso,
seductor,
inocente.
Proveniente de esta niña con ganas,
de sentir el aroma de tu desayuno por la mañana,
tal cual tostada quemada,
con café sin azúcar,
pero con una hermosa margarita,
que me quiere,
que no me quiere,
que me envuelve,
como el olor a tu maldito pucho,
espero que esto no se esfume como el humo,
y si así sucede,
espero que haya sido disfrutado,
tal cual cigarro en un engaño.
Porque me gusta imaginar el sabor de tu boca,
suerte que aún no lo sabés,
pero fantaseo con ello hasta en mis sueños,
despierta,
dormida,
seducida.
Admito que si no te lo doy, no es por falta de ganas,
sino por miedo paralizante a querer disfrutar el regalo
antes de romper el papel.
De querer volar sin saber si tengo alas,
de querer caminar sin saber si tengo compañero,
camino, risas, llantos, mates o cervezas.
No pretendo construir casas,
ni ir al super por las mañanas,
ni comer pasta los domingos...
Pero si tener un par para andar,
para consolar en días tristes,
para llamar...así alejo a mi soledad,
para mimar,
para dar el beso que tanto quiero regalar.