martes, 28 de diciembre de 2010

Comunicación.

la no comunicación es la forma de comunicación que hay entre tu y yo,
entre la boca envenenada conteniendo la palabra indicada,
y la mente callando, repimiendo lo que se está escapando.
este silencio no es el de los necesarios,
éste duele, hace herida y contamina,
debajo de toda coraza hay un pulmón,
detrás de toda palabra existe un corazón.
la no comunicación es una forma de comunicación,
eso dice mi psicóloga cuando planteo tu no planteo,
su pelo se despeina y yo la miro con cara de no estar entendiendo
eso que ella llama -raro-, eso que yo siento como mucha carga para un solo año.
el brillo de los ojos no solo indica que te sigo queriendo,
sino que es testigo y causal de este moemento especial,
en donde el sapo de este cuento se terminó yendo con el viento,
cual fantasma que deja la intriga del capítulo incompleto,
del diálogo que terminó siendo monólogo,
y la rana quedó chapoteando, preguntando si es necesario
esperar o irse, escapar o afrontar, decidir o no mirar.
porque aún sigo escribiendo en tercera persona,
es más práctico, más sencillo, menos doloroso,
ver la paja en ojo ajeno es más fácil,
aunque todos tenemos un muerto en el placard....
cuidado que ese si larga olor, y no me refiero al de la flor,
sino al de la olla tapada por miedo a ver,
al del pasto crecido por no querer podar,
al de los monos de la "sabiduría".

lunes, 6 de diciembre de 2010

Táctica y estrategia.

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos

no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.


Mario Benedetti.



 
 
 

jueves, 2 de diciembre de 2010

Ele

Paseaba la mosca en la calurosa tarde de verano. Quién quisiera ser mosca en este momento! Husmear todo, ser cómplice y testigo de cada momento.
Era denso el clima, y no solo me refiero al del tiempo.
El caballo negro, ansioso de que el peón salga rápido para hacer se típica jugada en "L", se puso a discutir con la Torre.
Ésta miraba al horizonte, tratando de tener una vista clara de la situación, hasta que sintió los relinchos del atropellado equino.
-Dejáte de hacer ruido! -susurró bajo la alta torre mientras le seguía con su mirar a la bella peón blanca que arreglaba su pelo.
-Sabés que los nervios me comen!
-Igual dependés de Lola, así que tranquilo.
-Si, si Lola, no te hagas la loca.
Ella se dió vuelta, y su mirada bastó para ponerle los puntos sobre las jotas. -Todavía que avanzo de a uno me estás precionando?!.
La mosca se paró en el marcador y esperó el momento.
Era un partido deseado, esperado, estimado. Cargaba en si mochilas propias y ajenas. Demasiados brillos en los ojos, muchas lágrimas derramadas en la cama, con los besos y caricias que ataban a esta situación.
Algunos se escondían, era mejor no saber o no querer enterarse...aunque después la brisa del viento hacía correr los rumores del encuentro. La humedad solo hacía resvalar, mientras que las nuebas negras tapaban totalmente el cielo.
En el momento que Lola decide avanzar, comienza la lluvia.
Eso era una señal, y ellos lo sabían.
El equino a pesar de ser acelerado, escondía en su interior un tropillo torpe pero analítico. Quedó pensado, pensando, pensando, y pensando. Avanzó la Torre, que luego la miraba de atrás haciéndole señales al no entender lo que pensaba tanto.
Era momento, de actuar, de salir, de hacer. Era.
El caballo sabía lo que quería. Deseaba profundamente demostrarse y demostrar que podía ganarle a la Reina. Que su juventud le daba tanta inexperiencia como agilidad para moverse. La sangre le corría por las venas como nunca, pero su racionalidad la controlaba. Cada tanto movía sus patas, levantaba tierra y daba señales de sus emociones. Cataratas de momentos infinitos de mirar a la Luna, mintras que sus crines eran agitados por el viento y su boca contenía los besos que su boca no pudo regalar.
Solamente la Reina tenía algo que éste no. Más allá de su experiencia, sabiduría e inconciente jodido, contenía el no miedo a moverse. A jugársela, a hacer, a comer el mundo mirándose el ombligo.
Y mientras tanto, la mosca miraba como el equino sólo pensaba.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Buscando justificación.

El silencio como opción,no como única salida.
Que el desmaquillante no solo quite la pintura, sino también las palabras y sentimientos aparentes que se esconden en un "todo bien".
Dejar que nuestras lágrimas salgan al sol no solamente cuando estamos encerradas en el baño, sino en medio de 18 de julio a las 12 del mediodía.
Porqué buscamos una película triste para hacer catarsis?, decir -fuera del área de cobertura- también es nuestro derecho.
Mis pies también están cansados de andar, el que sean míos no los hace ser menos.
Permitirnos caer y hacer un pequeño recreo, a la altura de ésta montaña...saltar al precipicio es todo un desafío.
Que la ausencia de tu sombra no sea sólo culpa del sol.
La lluvia también moja mi cara, y a pesar de ello no dejo de verme linda ante mis ojos. No busques en mi un paraguas, porque se lo llevó el viento mientras decidí andar descalza.
No tengo las respuestas a tus preguntas.
En dónde está tu mente cuando decidís estar ausente?
Tengo los zapatos rotos y las manos cansadas, mi espalda pide distancia, y mi corazón más sangre para poder seguir latiendo.
Callejón sin salida, tenga cuidado con lo que escondía.
En vez de preocuparnos tanto por nuestra apariencia, no nos preocupamos por otras cosas?
Porqué tenemos miedo a la desestructura?
Las preguntas llevan a alguna salida? o sólo es la autoestima que anda peridida?
Dejar de pensar que todo es una respuesta química.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Triste o buena.

Amar sin nadie/ vaya cosa triste
sin nada que abrazar
ni Eva que nos abrace
buscar en la memoria de la piel
la boca la cintura la lujuria ganada
las suaves nalgas tibias
y sólo hallar respuestas de fantasmas
los desaparecidos no aparecen
las voces de los árboles se apagan
quedan escombros de caricias
y con pudor nos preguntamos
¿por qué decimos tantas veces corazón
¿será el único amigo que nos queda?
¿o será el refugio de los que queremos?
amar con alguien/ vaya cosa buena


(Mario Benedetti)

jueves, 25 de noviembre de 2010

El Encargado.

Escuchá el canto de los pájaros. Eso me dijo el Encargado que trabaja de 13 a 21hs.
Lo miré sorprendida. Lo concidero una gran persona. Lo aprecio mucho. Y sabe que me dijo la frase correcta en el momento indicado.
Nada fácil era lo que me recomendaba...Había que ser capáz de asilarse, de ser oasis en medio de la ciudad, de apreciar lo más sencillo y mágico como es la naturaleza.
El humo de su cigarro lo hacía más interesante aún. El diario atrapaba su visión, y mis ojos marrones recorrían su cara buscando alguna respuesta, señal para agradecerle, para que sepa mi agrado en compartir este pequeño caos de sensaciones y dudas, para hacerle saber que había logrado cambiar mi postura ante el laberinto.
En la calle de los indios, pleno Cordón, a las 16hs no hay mucho para hacer. Por lo menos en nuestros trabajos. Diferentes pero compartidos.
Partido era el que tendría que jugar yo, pensé. En ese instante no podía escuchar mucho -o no quería ¿?-, el motor dañado del coche azul me impedía prestar atención. Dicen que en casa de herrero, cuchillo de palo. Mientras que el hombre de pelo corto, y ropa formal solo remarcaba que ellos eran hombres grandes, y se acordarían cuando el árbitro González en el 80 había pitado aquella falta que dejaría a su equipo fuera del campeonato.
Mientras tanto yo sólo hacía ese tipo de muecas, esas sonrisas falsas que todos hacemos por formalidad y respeto en nuestros ámbitos laborales. Sentada en el suelo -porque me resulta más cómodo-, crucé las piernas tipo indio -inconcientemente queriendo formar parte ¿?-, respiré profundo unas tres veces como quién trata de ejercitar el arte de yoga, y me concentré con la mente en blanco. Blanca era la nube que andaba en el cielo gris. Eso que Nubel dijo que no llovería, pensé para mi. En ese momento, el celular. Lo adoro, y hasta le puse nombre:Felipe. Y era ese tipo de mensajes que a una le alegra el día, nos hace acelerar el corazón, sentirnos lindas y decir: es un amor!.
Pero no!...retomemos. Los indios estaban tranquilos. Yo no tenía gente para atender. Sólo era cuestión de respirar y dejarse llevar. Algo que nunca logro...y así estoy. Pero bueno, tomemos otra vez la respiración...om, omm, ommm.
¿Porqué no soy capáz de poner la mente en blanco, balancearme entre las cataratas de obligaciones y responsabilidades, de disfrutes y tranquilidades, elevar mi mente y solamente, respirar?
¿Porqué en este mundo capitalista, que es casi animalista y en gran parte parece una mujer ciclotimica, no soy capáz de ser socialista?
¿Porqué el tiempo nos atormenta, y pensar en nada nos alarma?
Sólo es cuestión de respirar y vivir. De dejarse llevar y disfrutar. De volar y amar.

Cambio de estación.

Tal cual hoja removida por el viento,
cansada de tanto arrastre y poca seguridad,
fría como el agua que derraman sus lágrimas,
prefiere el otoño si hablamos asuntos de color.
Extraña presencia desapercibida,
galopante en sus inicios,
yendo al trote en su andar,
cuasi cuestionadora y analítica por demás,
eso dejan ver sus heridas al pasar.
Manipulación elevada al cuadrado,
torbellino de lluvia ácida
escondida en el planetario,
cuidado con las estrellas
que son puramente falsas
deja de ser ilusa,

muchacha asustada.
En círculos suelo andar,
sin mucho avanzar,
por algún tiempo ciclotímico,
río de sentidos escondidos.
Me escabullo como bicha en la arena,
cuando el viento me atormenta
salgo disparando,
y en algunos casos
no tengo problema en estar atacando.
Me rompo con la misma facilidad,
solo que no lo quiero demostrar,
por miedo a que se haga hobbie
y quieran hacer un collage,
En este cambio de estación,
en donde el calor no llegó,
me pregunto con miedo a la respuesta,
hasta cuándo,
dónde
y porqué.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Suerte que aún no lo sabes.

Disfrute a los sentidos, sin dudas.
Porque mis ojos te ven, y se deslumbran por tu andar.
Suerte que aún no lo sabes,
cuando te veo timidamente me asomo,
te busco,
te quiero,
te sueño.
Con miedo a abrir la puerta de este mundo,
De este país escondido en el mapa,
tal cual isla que se protege
por las dudas de que harán los nuevos turistas,
tratando de cuidar un tesoro valioso,
sin saber como llegar a el,
sin -x-,
sin camino,
sin piratas escondidos,
porque después de encontrado,
no sabemos si será cuidado.
Porque mis manos quieren agarrarte y no soltarte más,
suerte que aún no lo sabés,
que transpiro tal cual niña al sentir tu beso en la mejilla,
me escondo,
me encierro,
me contengo.
Me tiento al decirte al oído,
como decís vos,
que sos cautivante, atractivo,
mis ojos lo ven,
y mis manos te quieren tener.
Tal cuál espera al buen tiempo,
porque quiero que nuestras mano siembren juntas
algo...lo que fuese,
un minuto,
un deseo,
un camino desierto,
pero con un oasis en el medio.
Porque mis oídos piden a gritos tus silencios,
suerte que aún no lo sabés,
pero tus dichos son caricias para esta alma,
cansada,
pisoteada,
dolida.
Enmudecida por tus palabras dulces,
cuasi salidas de un cuento de hadas,
aquél que nunca leí,
aquél que nunca me gustó culminar
porque después de todo,
solo existen principies desteñidos,
y aún no se si creer en los poderes de las hadas,
de volar,
de soñar,
de confiar
en la melodía de tus palabras,
si es la misma que la de tu alma,
o solo termina siendo un papelón.
Porque mi nariz sólo quiere ser testigo del perfume de tu piel,
suerte que aún no lo sabés,
pero solo deseo hacer un juego con ella,
misterioso,
seductor,
inocente.
Proveniente de esta niña con ganas,
de sentir el aroma de tu desayuno por la mañana,
tal cual tostada quemada,
con café sin azúcar,
pero con una hermosa margarita,
que me quiere,
que no me quiere,
que me envuelve,
como el olor a tu maldito pucho,
espero que esto no se esfume como el humo,
y si así sucede,
espero que haya sido disfrutado,
tal cual cigarro en un engaño.
Porque me gusta imaginar el sabor de tu boca,
suerte que aún no lo sabés,
pero fantaseo con ello hasta en mis sueños,
despierta,
dormida,
seducida.
Admito que si no te lo doy, no es por falta de ganas,
sino por miedo paralizante a querer disfrutar el regalo
antes de romper el papel.
De querer volar sin saber si tengo alas,
de querer caminar sin saber si tengo compañero,
camino, risas, llantos, mates o cervezas.
No pretendo construir casas,
ni ir al super por las mañanas,
ni comer pasta los domingos...
Pero si tener un par para andar,
para consolar en días tristes,
para llamar...así alejo a mi soledad,
para mimar,
para dar el beso que tanto quiero regalar.

domingo, 3 de octubre de 2010

¿Qué lees cuando me lees?

Nunca supe bien porqué escribo.
Si por necesidad de volar, sin que nadie me esté mirando, ser esa persona que se esconde debajo de la máscara, sin miedo a que me lastimen o me jodan.
Sentir que me escondo en mi mundo interior, caja de pandora - de la cuál ni yo misma se que saldrá-, saltando al vacío desde aquél precipicio, el último de la fila, alto y jodido. Sentir la adrenalina que corre por mi sangre, liberarme de las mochilas propias y ajenas, con el viento fuerte que pega en la cara, tal cual lo hacen aquellas cachetadas que recibimos diariamente y no decimos absolutamente nada por miedo -cuasi paralizante-.
Mis rulos se despeinan, pero no me importa, estoy libre frente a una hoja en blanco sin que nadie me diga absolutamente nada, nadie va a interrumpir mi instante de felicidad.
Instante en el cual logro sentirme fuerte, de pie, orgullosa y plenamente alegre. Mis ideas al igual que mis rulos se alteran, salen disparando, corriendo para cualquier lado, aunque el cielo sin estrellas sea el testigo acompañante de esta noche.
Siempre quiero encasillarme, decidir un tema "x" para hablar, abordar desde el conocimiento total algunos temas, como lo son la Historia o Política, pero nunca comienzo este viaje ya que no tengo en mi tal conocimiento.
Y por el otro lado me cuestiono ¿a quién le interesa que escriba sobre temas diarios, personales, ausentes? a nadie...excepto a mi. Y porque este viaje es mío, acá vuelvo, con las mismas dudas de siempre pero con un poco más de camino recorrido -¿?-.
Soy consciente de que no escribo perfectamente bien, y siempre me pregunto que le pasará a la otra persona cuando me lea - si es que existe-.
Pero la alegría que siento es tanta que me impide reflexionar -verdad o mentira ¿? -, porque en este trayecto mi cuerpo se está preparando para el encuentro con el agua, cerrando los ojos por puro instinto, tal cual sucede en miles de otras situaciones -como cuando sueño despierta la tarde en la cual tomamos una cerveza en la rambla, mientras el sol se refleja en tu pelo pelirrojo-, y al fin grito... EUREKA!

Logro dejar de cuestionarme porque el trayecto fue testigo de mi andar, del descubrimiento en el mundo que se esconde allá abajo, de piedras hermosas, de colores inimaginables, y el encuentro, por suerte, de otras personas que como yo, disfrutan de su caja de pandora.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Tiempo al tiempo, tengo que esperar?

Veo los días pasar como nubes en en el cielo,
y entre ellos me pregunto: esto es cierto?, la vida es esto?
La lucha constante entre el pensar y el sentir,
entre el decir y el callar,
entre la companía y la soledad...,
o sólo es un sueño del que es posible despertar?.
Se supone de que todo se aprende, pero hasta que punto?
cuál es el límite? cuál es mi límite?
La adrenalina en las venas, o la oscura soledad en el andar...
la mirada vengativa, o el dulce beso que deseo dar.
Porqué y hasta cuando hay que esperar al tiempo?
cuando mis pies están cansados y con ganas de parar,
cuando mis latidos solo desean andar,
cuando el miedo paralizante, tal cual arena movediza,
comienza a apoderarse de mi cuerpo,
encontrando a mi soledad como anzuelo,
mientras que mis ojos solo miran tu pasar,
atrapante, misterioso y hasta deseoso.
Se supone que hay algo mejor a la vuelta de la esquina?,
usando esto como pretexto inconsciente del temor,
o como verdadera filosofía de vida?.
Qué pasaría, si en esa espera constante, duradera, tal cual primavera,
...nunca llega.
Una gran tormenta derrumba todas tus tierras intactas,
casi prontas para la siembra del mañana, solo pueden mirarse entre sí,
preguntándose cuál fue el error.
Si el error es la espera, la esperanza del buen tiempo para la siembra,
la palabra correcta/incorrecta en el momento incorrecto/correcto,
el destino, la vida, la injusticia, el aprendizaje, el amor, la manipulacíon,
o simplemente el cansancio del mismo tiempo?
Tal cual la hermosa luna nos deslumbra cada noche, y nos muestra
que solo vemos una de sus caras, cuando en realidad tiene otra,
escondida en su mundo interior,
a la espera de los valientes que se arriesgan a caer,
y de los miedosos que no se atreven a andar.
Hasta que punto?
Cuál es el límite?
Cuál es mi límite?